Nos conocimos en un hermoso lugar, El Eslizón, un espacio de acompañamiento a niños y niñas en el que descubrimos que trabajar juntas hacía mucho más valiosas nuestras aptitudes. Allí fue donde confirmamos que la escucha y el respeto son las claves para el acompañamiento; que a través de la observación podemos comprender las necesidades que hay detrás de los comportamientos que no entendemos; o que la suma de visiones multiplica la perspectiva y las posibilidades de crecimiento. Allí fue también donde comenzamos a ampliar nuestro círculo de acción, porque para acompañar a las niñas y niños también necesitábamos acompañar a sus familias, ya que es en la familia donde lo esencial toma forma.

Arantxa Ramos Álvarez

Me gusta identificarme con la idea de acompañar. Desde pequeña he sentido interés por la escucha y por tratar de comprender los procesos internos que vivimos las personas y los que se dan en nuestras relaciones interpersonales. Me gusta acompañar, bien sea en el ejercicio de la terapia o en la escuela, con peques o con adultas. En cualquiera de los casos, tiene que ver para mí con la posibilidad de ofrecer un espacio seguro donde, dando la mano a la persona y yendo un pasito por detrás, si cabe, ella encuentre la posibilidad de ampliar la conciencia de sí misma y de todos sus potenciales, aceptarse y desarrollar una vida plena en conexión consigo misma. Ser testigo de estos procesos es para mí un privilegio del que me siento agradecida cada día.

He llegado aquí después de haberme formado como socióloga y antropóloga y haber trabajando en contextos de juventud y personas en riesgo o situación de exclusión social. Desde este abordaje más social, la infancia siempre estuvo presente, siendo el foco de la mayor parte de mis investigaciones y trabajos de campo, así como guiándome a varios voluntariados con niñas y niños en situación de vulnerabilidad tanto en España como en Guatemala y en India.

Una inquietud recurrente me ha hecho cuestionarme siempre cómo abordar el cambio social para conseguir una sociedad más justa. La respuesta que he encontrado hasta el momento es que esta “revolución” o se hace desde la base o no será. Y entiendo que la base no es otra que la infancia y nuestra forma de relacionarnos con ella.

En paralelo a esa búsqueda, mi propia búsqueda personal, el anhelo de encontrarme conmigo misma, me llevaron a formarme como Terapeuta Gestalt, donde encontré la oportunidad de profundizar desde un lugar distinto y complementario a aquel desde el que lo había hecho antes. De un pensamiento más teórico, entré en una aproximación más práctica. Y fue entonces cuando aquella pregunta, que siempre había sido abstracta, tomó tierra. Decidí así formarme en Educación activa y acompañamiento respetuoso a la infancia y embarcarme en esta aventura maravillosa con el convencimiento de que el acompañamiento respetuoso no es cuestión sólo de herramientas y no es sólo algo para con la infancia, es una actitud en la vida.

Ambas formaciones, junto a la posibilidad de observar el trabajo que hacían en proyectos como La Semilla Violeta o El Nido, me llevaron a entender de primera mano el significado del respeto, lo que lo puso todo del revés, pues ahora se trataba de desaprender y desaprender para conectar con algo realmente más auténtico y dar lugar a así a un anhelo profundo (seguramente de mi propia niña).

Desde ese momento trato de seguir aprendiendo en cada instante el arte de estar presente, me recuerdo la confianza en la vida y en el potencial de cada ser, y el valor del respeto, la reciprocidad, la autenticidad, el no juicio y el amor sin condiciones.

Algunas de mis formaciones son:

• Diplomada en Terapia Gestalt. Grupo Quatro. Título reconocido por la Asociación Española de Terapia Gestalt.
• Técnicas Gestálticas aplicadas a la infancia. Umayquipae.
• C.S.U. Educación activa y acompañamiento respetuoso a la infancia. Organizado por La Violeta y acreditado por Universidad Rey Juan Carlos.
• Mediación socio-comunitaria, negociación y resolución de conflictos. Comunidad de Madrid.
• Programa oficial de 8 semanas MSC (Mindfulness Self-Compassion, Universidad de San Diego)
• Licenciada en Sociología y Antropología social y cultural. UCM.
• Cursando asignaturas clínicas de Psicología. UOC.

María Posada Agudo

Empezando por el final, diría que estoy aquí porque llevo muchos años trabajando con la infancia, acompañando a niñxs y a sus familias en la aventura del aprendizaje y de compartir la vida. Posiblemente también porque soy co-creadora de un espacio educativo, un proyecto de familias donde niñas y adultas aprendemos desde la libertad y el interés, en un entorno cuidado y seguro.

Aunque el camino hasta aquí no fue en absoluto directo. Antes fui camarera, monitora de campamentos, trabajé en un centro de menores, fui dependienta de librería, subtitulé películas, trabajé en marketing y comunicación, monté un restaurante… Todos estos trabajos diferentes me hicieron entender que el aprendizaje real debe ser ecléctico, práctico e ilusionante. Aprendí de cada experiencia, y cada una me ha transformado para ser la persona que soy ahora.

En el ámbito del ocio y tiempo libre descubrí que la naturaleza es vital en el desarrollo humano. En el ámbito social me di cuenta de que es imprescindible un cambio en el enfoque predominante que se tiene de la infancia.. En los trabajos de cara al público descubrí que todas las personas necesitamos sentirnos aceptadas, lo que cambia es la manera en que lo intentamos. Cuando trabajé en una multinacional empresarial me di cuenta de que la vida es lo que elijamos hacer con ella, que somos nosotras las que podemos parar la rueda y que no hay un camino, sino miles.

Pero siendo honesta, creo que estoy aquí porque fui madre. La maternidad me recordó la niña que fui y después la adolescente, y recordé todo lo que había sucedido entre esas dos personas. Comprendí que lo que sucede en nuestra infancia nos marca para siempre.

Soy madre de tres personas maravillosas. Cada una ha tenido un impacto transformador en mi vida, cada una es genuinamente única y con cada una el aprendizaje ha comenzado de nuevo. Tardé un poco en entender que la clave estaba en ellas y que solo mirando en profundidad podía comenzar mi aprendizaje. El camino es el suyo y nuestra función es acompañar desde el respeto y la confianza.

Algunas de mis formaciones son:

• Acompañar a niños y niñas. Organizado por la asociación Despacio Abierto, con Tinus Wijnakker, director de Alavida.
• Educadora de Disciplina Positiva en la Familia por la Positive Discipline Association, con Marisa Moya
• Educadora de Disciplina Positiva en el Aula por la Positive Discipline Association, con Marisa Moya
• Asistente Montessori de Taller, certificada por AMI
• Guía Montessori de Taller, certificada por MOLAT
• Guía inicial de BosqueEscuela, certificada por Forest Schools Education
• Actualmente cursando Grado en Lengua y Literatura